Los silfos me susurran sibilinos
intrigas derivadas del pasado,
la historia de un amor inesperado
nacido de momentos clandestinos.
Discursos instigados por mil vinos
que vuelven a tu labio más osado,
y dices, cuando bebes demasiado,
que añoras enlazar nuestros destinos.
Los silfos me susurran por tu boca
anhelos de vivir una aventura,
y el roce de tu cuerpo, si me toca,
me arrastra enajenado a la locura.
Locura de perder junto a una loca
el juicio, la razón y la cordura.
Bellísimo soneto embriagado de pasión, poeta!!!
Una barbaridad, Raúl.
Veo que está dando mucho de sí el verano 
Genial tu soneto 
Sin duda para mí eres el rey del verso clásico!!
Besines, Raulichi.
tremendos versos en tremendo soneto, para desvariar, para extraviar, un última gramo de cordura
aplausos amigo poeta 
Exquisito y apasionado soneto raul, mis saludos atentos
Los requilorios del verano, te están dando de sí…
Gran soneto el que has compuesto!
(Con el calor… suele adormecerse la inspiración, pero a ti no te afecta, sino al contrario…)
Abrazos para allá, Raúl!
Que no falte la pasión!
Da de sí la imaginación, jeje.
Muchas gracias, missis 
Jo, pues muchas gracias, amiga.
Muchos más besines para ti:kissing_heart:
Precioso… 
Las calenturas de este verano han dado sus frutos 
Este te salió redondo,con un terceto final espectacular.
Nunca me cansaré de leer buenos sonetos y este lo es.
Es lo que dejé escrito por ahí: si bebes no conduzcas…ni te enamores 
genial y perfecto soneto de verano
un abrazo
Así es, he hecho una trilogía de ‘requilorios’. Falta por publicar el último, pero es cierto, en verano escribo poquito…
Muchas gracias, María, un abrazo