Más cerca

Reverbera en la lejanía una alborada,
se barruntan versos,
exclamaciones de asombro,
ojos que se achinan…
Se agrandan las zancadas
y las pisadas dejan de hundirse
en el lodo de la desdicha,
casi se acaricia el horizonte.
Me acompaña Garcilaso,
no puedo tener miedo a quemarme
en la hoguera de la infamia.
Con cada amanecer
germinan nuevos vocablos con ansia desatada,
sin miedo a la reprensión,
a la amnesia,
a perecer de frío en un callejón.
Cada vez está más cerca,
la libreta lo intuye
se siente excitada, mojada.
Un nuevo paso,
un nuevo poema.

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Bárbaro, amigo.
El clímax del alumbramiento de las palabras.
Te felicito.

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Muchas gracias

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