Me aburren los cuerpos
desnudos.
Prefiero las almas,
cortadas, deshechas,
como la mía.
Los cuerpos
son mástiles que
se aferran al suelo,
las almas vuelan.
La gente que trafica cuerpos,
tiene casas lujosas,
almohadas de plumas,
y el alma negra.
Yo trafico almas.
he dejado la mía
desperdigada en letras,
al otro lado,
lejos de mi cuerpo.
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“dejar el alma desperdigada en letras”
me quedo con eso
hay clamor en tu poema, gusto leerte !!
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