En Málaga y Granada marengo es el hombre de mar, el que lleva surcos negros en la piel ajada y en el áspero rostro de oliváceo, una honda mirada de tristeza que se engrista y ennegrece, como los obscuros nubarrones de la tormenta lejana, que se horizontalan en un tenue de línea cual rosada borronadura del alba… justo al crepusculecer. Su mirada es recia, fuerte, honesta y triste… sí, hay cierta belleza —un hechizo— que cubre de moho como el verdín de una pátina, la cromada piel de las cosas tristes.-
Chane Garcia.
@ChaneGarcia.
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