Navego por el mar de noche
con las velas rotas al viento.
El amor tiene al peligro,
como fuente de su alimento.
Fluyo sobre alfileres,
con la piel hecha burbujas,
uso a sus laberintos,
como si fuesen brújulas.
La fragancia de la tempestad
sigue trayendo el ayer,
Mira mis ojos, como agua de la luna,
en su espejo, me supe ver.
He roto las amarras de la razón.
Ay, mi corazón, escucha a su ausencia,
como quien oye llover,
intima y profunda,
como la cercanía del mar
su voz susurra naufragios.
Ay, este corazón,
que por la voz de tus ojos
siempre se inmola,
pronto morirá en playas de arena
porque siempre ha sido ola.
Navego entre interrogantes
¿adónde van los suspiros del mar?
¿por qué mueren lejos del puerto los amantes
y las aguas del tiempo no saben retornar.?