Frío y distante
Parece por fin abrazarme
Una bruma pálida de espuma
Arenas movedizas tragándose
mi cuerpo
Imperfecta y miserable
Buscando sin cesar el fruto del
anhelo
Deslumbrante y cegador
El mar me brinda entre sus
brazos un cobijo
Deambulo llena de orgullo y gloria
Estoy entregando todas mis
riquezas
Lanzó al mar un millón de
lágrimas
Las despegó con fuerza
de mi rostro
Con un trago me emborracho
El sonido de las olas me
ensordece
Cae la lluvia y lavo en la
tierra mis pecados
Grito al viento hasta
vaciar mi pecho
Mil vueltas y casi desfallezco
Nadie escuchará mi llanto
Nadie me verá en mi angustia
Sólo es otra noche
Otra noche y está vez
muero en mi locura
El vino dulce se torna
amargo
Mis dedos se vuelven
gélidos
Con cada paso…
Desnudando un agravio
Desvistiendo una pena
Si he fallado le ruego al cielo
Yace en mi un cascarón vacío
El mar se llevó mis huesos
De rodillas rezo
Desgarro mi garganta
Me desvanezco en el viento
La lluvia no cesa
Sólo escucho el silencio
Sólo el silencio me llena.