Te dije que te fueras y aún sigues aquí, rondando. ¿Cómo es esto posible? ¿Acaso no me escuchas?
Haz silencio y abre tus orejotas, es lo último que te digo. ¿Ok?
Ahora voy a dormir y a la mañana no quiero que aparezcas, ni que rondes la casa, ni que te metas en mi cabeza. ¿Puede ser?
No sé porqué, pero a veces creo que el olvido es una artesanía, para la cuál no tengo manualidad.
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Todo un acto eurekiano ese final.
Felicitaciones, Marcos! 
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Hola.
Muchas gracias por pasar.
Abrazo grande!
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Muy bueno, muy artesanal, directo y certero, difícil, muy difícil edificar el olvido, poeta!!! 

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Muchas gracias Minada.
Es un gusto recibir tu visita.
Gran abrazo!
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Hola Alfonso.
Muchas gracias por la visita y tan amable comentario.
Comparto tu visión acerca del olvido.
Visitaré lo que me recomiendas.
Gran abrazo!!
Hola Marttucca!
Muchas gracias por pasar.
Gran abrazo!
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