Malas noticias

Uno no sabe bien dónde meterse
cuando comienzan a llegar malas noticias,
porque no hay costumbre ni hábito ni estilo,
ni el humor suficiente para hacer frente
a ese torbellino que lo pone todo
patas arriba.

Es tan difícil, en esas circunstancias,
quedarse firme, tieso
como un joven soldado,
enfrentado al mundo doloroso
como si nada nos hubiera pasado.

Sin saber qué decir ni qué es lo que siente,
porque nunca hay palabras capaces de vestir
ese hecho desnudo que es la muerte.

4 Me gusta

El final es brutal💜

1 me gusta

Tristemente real, aún cuando es el seguro final, siempre nos devasta y nos sorprende. Abrazos

1 me gusta

Agradecido Lucia por tu lectura y tu comentario.

Así es esta vida: una condena a muerte. Y hasta que ejecute una vida que no sabe a poco pero no es poco. Saludos.

1 me gusta