La herida de la noche,
turbio y furtivo espejo,
cariátide de espuma,
ilumina los sueños.
Satélite del llanto,
armonía del cielo;
aleve maquinaria
del desconsuelo eterno.
Arroja su ceniza
en el fétido cieno
y anuncia la quimera
de la luz y del tiempo.
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Maravilloso poema a la luna con su luz engañosa. Un cordial saludo
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Gracias por tu comentario. Me alegra que te guste. Un saludo.
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Ahh que bella a la par que desoladora el palpitar de la Luna, poeta!!!
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gracias por tu comentario. La luna y su poderoso influjo. Un saludo.
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Gracias. La Diosa luna. Un saludo.
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