Los sueños y su partida de ajedrez

Tendidos en la proa de un barco
que navega a la deriva,
los sueños juegan,
en un tablero de ajedrez,
una tranquila partida
entre blancas y negras,
donde la estrategia
la pone el tic-tac del reloj
que mide los momentos
de los movimientos del “peón”.

Una voz insonora
sobrevuela el damero
al ver la disputa entre
la sombra y tú yo,
donde uno fantasea
con la realidad
y otro la realidad disimula
para ganar una partida
de un final tan cierto
como incierto a la vez.

Más allá de la realidad,
más allá de lo relativo del sueño,
está el placer del tiempo,
ese que corre sin tiempo
en el tiempo de los sueños,
escupiendo en un minuto
los segundos del silencio
donde palpita la fantasía
de una verdad disfrazada
en recuerdo del olvido.

Dispones del tiempo
de las horas perdidas
para jugar una partida
de ajedrez indefinida,
donde los peones avanzan
lo que el rey propone,
lo que la reina dispone,
con los alfiles que ojean,
con los caballos que saltan
para proteger la corona
del sueño que no termina.

Tendido en la proa de un barco
que navega a la deriva,
miras la distancia, sin estar,
que hay entre tú y el deseo
saludando con una sonrisa
lo que anhelas y aún no has conseguido,
ahogando en las olas del mar
la ilusión que has perdido
en el tablero de una realidad
que en la sombra de un sueño te da la vida.

Poemario Trinchera Infinita
Pippo Bunorrotri.

6 Me gusta