Cometí, ingenua
esa torpe imprudencia
de multiplicar mis años
a través del tiempo,
para engullirme
en esa supuesta “libertad”
con la que se escribe
la edad adulta
Y desprendida
del cordón umbilical,
me enfrenté
en vivo y en directo
al circo de la vida
exponiéndome,
de repente
entre garras y lamidos
a todas sus fieras
Y aprendí el arte
de maquillarme
para cada ocasión,
y a endeudarme
a base de renuncias
entre tímidos órdagos
e intensos sacrificios,
para alcanzar
algún que otro sueño
Y aprendí que ese amor,
el llamado romántico
no es un cuento de hadas,
ni una eterna alegoría
que envuelve de besos
la infinitud del poema
sino más bien,
una breve metáfora
en la éxtasis de un verso
que se disipa
la mayoría de las veces,
cuando su lectura,
desteñida de letras
y abandonada a su suerte
deja de prender miradas
Y aprendí a dialogar
entre dotes diplomáticas
con las soflamas del enemigo
aquel, que suena a dinero
o quizás, calce el poder
que si bien,
se atrinchera
en el búnker de su tiranía,
también me caldea
con el fuego necesario
para no pasar frío
Y después de aprender
los oficios de la vida
de vez en cuando,
los desaprendo
y regreso rauda
como una paradoja
al origen de mis tiempos,
refugiándome
en mi única verdad
esos pechos avejentados,
aquellos que en su día
me vieron nacer,
acunándome
como antaño,
entre las horas de mi infancia
A veces es necesario desaprender lo aprendido después de haber desprendido todo lo enseñado y creído. Para estar a salvo.
Increíble y magnífico como siempre
Oh Minada!; Este es un poema cuyo plano de construcción, tiene sintetizado al más puro de los mensajes ancestrales, de aquellos mensajes que solo es posible dibujar, cuando la letra cae en una mente lúcida con el corazón en estado de rapto, porque hay lucidez y sentimiento, figuración y proyección sugerida en la metáfora, así como una contundencia inobjetable en elocuciones como: « [… ] Aprendí el arte de maquillarme para cada la ocasión […] Y endeudarme a base de renuncias» —Una gran aplauso para tu gran obra y millones de estrellas—
Me parece un poema maravilloso, Ana.
Créeme que lo he leído tres veces, para exprimirlo. Cuánta verdad encierran tus palabras…
Despojarnos de toda adultez y volver a ser niños. Ojalá…
Buen sábado .
Siempre volvemos al origen y en el nos refugiamos. Bellos versos, con un mensaje muy valioso. Un gusto leerte, querida poeta.
“Y después de aprender
los oficios de la vida
de vez en cuando,
los desaprendo
y regreso rauda
como una paradoja
al origen de mis tiempos,
refugiándome
en mi única verdad
esos pechos avejentados,
aquellos que en su día
me vieron nacer,
acunándome
como antaño,
entre las horas de mi infancia”
Magnífico este poema, Mina!! Las luchas de la vida…muy bien expresadas en tus versos!
Ese refugio final, tan solo lo buscamos, de vez en cuando, cuando el recorrido que hemos hecho es largo…volver a los orígenes!
Un abrazo grande, amiga!!
Muchas gracias poeta, así es, yo creo que en la vida cada experiencia, cada vivencia que nos marca es un nuevo aprendizaje, volver a acumular sapiencia, bella lectura poética!!!
Que comentario más pasional, muchas gracias por tu intensidad, así es un pequeño recorrido por las experiencias que nos marca en la vida y el esfuerzo para alcanzar algún que otro pequeño sueño vital, gracias por interactuar con su sentir!!!
Muchas gracias amigo, las experiencias vitales, nuestras educaciones nos marcan y nos hacen únicos, creo que más que un poema es una reflexión poetizada, sobre los sueños, los deseos, los esfuerzos, etc…ojalá nunca perdamos la ilusión de curiosear la vida y de confiar en el ser humano a pesar de los zarpazos que recibamos, un fuerte abrazo amigo!!!
Muchas gracias amiga, si creo que más que un poema es una reflexión poetizada sobre la vida y todo lo que le rodea y nos deja huella en nuestra alma, gracias por tu lectura intensa y compartida!!!
Muchas gracias poeta, creo que sí, que son las experiencias vitales que a la mayor parte de los seres humanos nos ocurren y nos marcan para bien o para mal, pero seguir aprendiendo creo que en ello consiste el vivir con nuestras sonrisas y lágrimas!!! Abrazos vitales!!!
Muchas gracias amiga, así es, las luchas de la vida y sus aprendizajes que nos marcan, nos duelen o nos hacen crecer, por eso cada uno somos iguales como seres humanos y únicos por nuestras educaciones y experiencias vitales, a pesar de todo “la vida es bella”, como aquella preciosa y entrañable película!!!
¡Precioso poema, Ana María!
Tus bellos versos se plasmaron en el lienzo de la vida. Sus óleos pintaron los claroscuros de la realidad que circunda nuestra existencia.
¡Abrazos cariñosos!
Qué reflexiones tan bien hiladas… tan auténticamente hechas verso… ese regresar al origen de tus tiempos me parece el mejor broche de oro que podía tener el poema. Muchos besos!