Los indignados

Luego del incidente y cuando ya se habían llevado el cadáver del estudiante, los marchantes se reunieron en un esquina, y muy enfurecidos, decidieron tomar la justicia por mano propia.

Regresaron entonces al lugar al que se habían replegado los policías luego que llegó la prensa, y ubicaron al asesino pegado a una pared, con el gesto adusto, imperturbable. Le tomaron fotos y luego, al doblar la esquina, compartieron la imagen del hombre de mediana edad, alto y de contextura gruesa.

Esa tarde se pusieron de acuerdo para emboscar al policía asesino, cuando llegara a su casa.

Un grupo fue a esperarlo a la salida del cuartel, de donde salió tarde por la noche. Otro grupo lo seguiría en auto y un tercero, que acompañaría a distancia prudencial, lo abordaría al llegar, armado de palos, para darle un escarmiento que no olvidase nunca.

Pero, nublados por la ira, los del tercer auto decidieron cerrar el paso al policía antes de tiempo y tomarlo por sorpresa. Éste reaccionó con prisa y bajó con su pistola en la mano, con la que efectuó tres disparos al aire, antes de ir a buscar refugio tras un gran árbol que se enseñoreaba en un parque cercano, coronado por la luz de La Luna llena. Cuando el policía se disponía a hacer frente al grupo de agresores, un fuerte viento echó por tierra una rama del árbol, que cayó sobre él tumbándolo boca abajo.

Así lo encontraron sus colegas. Agonizando, luego de haberse quebrado el cuello. Atrapado bajo el tronco, sin poder hablar. Solo sus ojos parecían estar pidiendo ayuda. Como la que pidió el joven que fue sometido hasta la asfixia, una horas antes, en la puerta de la universidad, donde reclamaba junto con sus indignados compañeros por el alza de pensiones.

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Buen relato, bien resuelto! Siempre me ha encantado leer cuentos, breves como éste o más extensos, pero nunca me he atrevido a escribirlos.

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Agradezco el comentario estimado poeta. La poesía nos facilita el acceso al relato, solo hay que dedicarle la preparación, la planificación y el tiempo que le dedicaríamos a un poema extenso, o a la prosa poética. Y lo más importante: atreverse a contar historias, testimonios, reflexiones, sueños, ideales . Y a exprimir la imaginación.

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