Cuando era niño
vampiros y hombres lobo
habitaban bajo mi cama.
De adulto
me convertí en un engendro,
un cruce de ambos,
y vivía de madrugada.
Apareciste,
como la primera luz del Big Bang, arrasando mis escombros.
Fuiste mi antídoto, mi oxígeno,
mi resaca, mi café,
tus manos en mis hombros.
Durante décadas me aguantaste,
me recuperaste, me recompusiste
y me salvaste.
Conseguiste el milagro
de hacerme llegar a viejo
a pesar de mis desastres.
Me convertiste en el único habitante del Edén de tu planeta.
Sacaste de mí las virtudes
de los mejores ascetas.
Creaste todas y cada una
de las razones de mi existencia,
Y tu palabra fue la única ley que respetó mi ciencia.
Pero un día te fuiste, me dejaste, como la madre que abandona
al gorrión cuando cae del nido.
Cómo perdonar
que marcharas antes que yo
si yo sin ti soy un mal nacido,
una herida que no sana,
un sabor agrio que corrompe el vino,
una mala hierba que no muere,
un dolor que grita en la nada,
un rencor torcido y podrido,
una roca entre las sombras,
inerte,
fría,
que nada mueve.
@joanmiroquai
Precioso e intimista poema, amigo, y, como es habitual en ti, escrito con mucho corazón.
La foto, chulísima .
Alguien a quien aprecio, sin quererlo , me llevó a la concepción del poema,
así que parte de él pertenece a esa persona,
muchas gracias Wall por enseñarme tanto
Pues un poema compartido es más bonito todavía .
Muy hermosa esa metamorfosis…
Precioso poema donde te desnudas por dentro, compañero.
Un abrazo, Joan!
(PD: Me gustó mucho tu intervención en el recital, en ese momento no te relacioné, lo hice después, cuando pusiste el comentario en la entrada…)
Que vergüenza, jaja, si era yo
Gracias! Eres un sol
Pues lo recitaste muy bien!
Me gustó sobre todo el segundo poema, el de la ciudad en la noche, muy bueno!
Muchas gracias María, hice lo que pude
Tu halago me honra,
Tu también lo hiciste genial María, mucho arte!
Un dolor que en silencio grita.
Precioso y emotivo.
Abrazos Joan
Siempre tan atenta, gracias amiga un besito
Si bien es cierto, querido Joan, que sin el reverso del amor tampoco podríamos disfrutar de su dulce cara.
Además, nos habríamos perdido estos versos tuyos tan hermosos.
Seguimos adelante compañero, no queda otra.
Un abrazo grande.
Sabias palabras siempre las tuyas querido Carlos! Muchas gracias compañero! Abrazos