Una excavadora muy lenta, con mucha paciencia.
Una canción que va curando y echando fantasmas.
Un pecho.
Que está sanando.
Que algún día volverá.
Mientras, me permito llorar una vez cada dos años.
Mientras, vivo y amo todo lo que puedo.
Y si me caigo, me recojo y bailo.
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Hermoso! Yo también lo haría así…Penny.
Abrazo fuerte, siempre me gusta lo que compartes! 
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Grande!!!
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Ay, María. Cómo me gustan tus comentarios.
Muchas gracias. A ver si consigo sacar tiempo para pasarme más a menudo y leer los vuestros más de lo que lo hago.
Abrazo enorme
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Tali, muchísimas gracias 
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