Como un reo fugitivo, así te fuiste mi amor,
te escapaste de a poco con el pasar del reloj.
Marchitaste lo que un día abundante floreció.
Quemaste con tanta furia, que mi pasión consumió.
Entre el pasar de los días te volviste un extranjero.
Nada quedó del que un día me hizo suspirar primero.
Fuí de este amor un intento genuinamente sincero.
Fui de este amor navegante de un barco sin pasajeros.
Fuiste un tren de alegrías entre parada y parada,
sin saber que su destino no conduciría a nada.
Pero el viaje fue tan largo que ya me fuí acostumbrando
a hacerle fiel compañía al frío cruel de tus manos.
A dónde te fuiste amor, mientras más cerca lejano.
Quién hizo de nuestra historia un triste mar de pedazos.
Buscando entre la mentira, haciendo un intento vano
de olvidar aquellas huellas que dejaron otros brazos.
Ahora que veo mi vida con el pasar de los años,
veo sangrar las heridas que abrieron tus desengaños.
Pero en honor al amor que aquel día nos juramos,
callo mis frustraciones y lanzó al aire un “te amo”