Llueve

Llueve y no estás.
Las gotas acarician tan suavemente la tierra, la vida.
En tanto la soledad se instala aquí, en casa, en todos los rincones.
La naturaleza sonríe fresca
y los pájaros trinan de fiesta
mientras mi ser se mece en un vals monótono de tristeza.
Llueve porque la naturaleza es así.
Y no estás porque los sentimientos no corresponden a ningún clima.

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