Llegó tu escrito

Llegó tu escrito
con lágrimas y risas
que me contabas.

De las primeras
contemplo tus problemas
y quedo triste.

Me gustaría
limpiarlas de tus ojos
junto a mis besos.

Con las sonrisas
al eco, encargaría,
me las copiara.

Para escucharlas
de día y, por la noche,
soñar con ellas.

Pero tus letras
contienen la ternura
del corazón.

Y es que tus venas
bombean a la sangre
con gran ternura.

Letras y sangre,
suspiros y susurros,
¡hermosa esencia!

De todas formas,
te añoro, cual sediento,
¡Quiero tus cartas!

Rafael Sánchez Ortega ©
09/12/21

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