El último poeta
yace con su lira rota
bajo el acantilado.
Esperando
acaso
una ola nueva
que devuelva su lira,
sus notas.
Su voz callada
por la tormenta.
El último poeta
yace con su lira rota
bajo el acantilado.
Esperando
acaso
una ola nueva
que devuelva su lira,
sus notas.
Su voz callada
por la tormenta.
Esperando ese reencuentro con su musa, muy bello y nostálgico compañera!!
Ah las musas!
Qué esquivas son si las persigues!
Captado y apreciado tu mensaje, Mina.
Despuws de la tormenta
vienen las musas. Despertarán.Extraordinarios versos.
Precioso poema! La lira volverá a sonar…y pasará la tormenta.
Así será. Siempre tras ellas!
un abrazo José.
Gracias, María!
A veces siento aquello de
“Malos tiempos para la lírica”
Me encanta esa canción!!
Que nunca se apague la poesía…Precioso, compañera…
Esperemos. Abrazo, compañero.
Siempre acaban por llegar las olas para los poetas… Hermosos versos, compañera. Un placer leerte.