Desearía cambiar las cosas,
fuimos mentecatos y absurdos desvalidos,
derredores manchados como siempre,
líquidas suites flaqueando intersticios,
lealtad desfilando en los ojos,
la unión de otro punto,
porque todavía ablanda el sonrojo.
Y este mundo acelerado sonriendo,
con la perplejidad que nos deshaucia,
encogiendo portales…
el perfume de tu pelo mojado,
descansando sus pesados hombros
y en las mismas escaleras carraspeando,
sobre infinitos en un apartamento
y pensando en ti.
deberías volver a casa
paralizar está estructura,
Bajar completa la persiana
Y tomar otro tren -
dudar de todo
del dibujo de mejores veranos,
de nosotros en mil futuros,
que el teléfono siga sonando,
agitando lados blandos
menguando en las fotos,
psicologías sin ejemplos,
sin calentar quintas de nervios,
destilando la bonanza
de firmamentos azules,
sin encontrar acaso
conejos sobre la luna,
Volver aunque ya no quede nada,
sin corregir nuestros abscesos
Ni la cuidad donde escapamos
destrucción en carne y hueso