Frota un silencio, sueña un fármaco y un baúl azul,
y escribe lo que has venido a saber, de esa libélula hermafrodita…
Ves, ya es de noche en tus ojos, ahuyenta ese pajarillo de palabras
enredado en tu boca. Posee sus alas y grita un ojal de silencios.
Testifica lo onírico y la copula de este vaticinio.