Se siempre fiel
a tu inspiración,
no dejes que Morfeo
te arrastre por el fango
de la procrastinación.
Cuando revoloteen en tu mente
palabras que sueñan
convertirse en poema,
no dejes que se esfumen
sus fuerzas,
garabatea sus alas
sobre un papel,
atrapa sus luces
antes de que resbalen
hasta el fondo del purgatorio
─en el que se evaporan
las que pudieron ser
buenas ideas─.
Cuando lanzo mis soflamas
es al yo a quien le hablo.
A veces la inspiración es tan fugaz que si no escribimos se nos va el poema y tú lo has plasmado de forma maravillosa. Un gusto leerte. Saludos cordiales.
Buen poema, reflexionando sobre la poesía.
Las palabras no escritas se pierden en el fondo de la memoria. Pero yo creo que no mueren, quedan fertilizando nuevos poemas.
Aunque siempre nos duele la palabra perdida. Alguien decía: “que la inspiración te pille trabajando”.