A resguardo del patio con flores,
bañadas de sol, las manos
descansan de la batalla.
Saciadas de olores antiguos,
de vida y de muerte,
ahora viven de añoranza.
Ellas,
que han acariciado piel tierna
y han escarbado tierra árida,
que han procurado alimento
y han recosido frazadas…
Ahora,
surcadas de tiempo,
perfumadas de nostalgia,
esperan que caiga el día
adormecido en escarcha.
Un poema precioso.
Toda una vida en las manos.
Solo empezar a leer veía las manos de mi madre en tus versos.
Una abraçada, Carme 
Maravilloso, Carme. Creo que desprende mucha emoción este poema. Qué delicia leerte siempre.
Abrazo!
Un poema muy bello, Carme! Esas manos que tanto han entregado…a lo largo y a lo ancho de una vida.
Saludos y abrazos.
Me encantó! La nostalgia ayuda a crear versos maravillos como los tuyos.
Un abrazo! 
Muy hermoso. Un placer leerte. Saludos cordiales.
Gracias, @Pequenho_Ze
A veces no sabes si la poesía está en pequeñas cosas como esta… Me alegra que te haya gustado.
Mil gracias por tus palabras!
Sí, María! Las manos son un reflejo de la vida vivida. Me alegra mucho que te haya gustado.