Vivo eternamente entre sombras de amarguras,
torrente melancólico recorre mi ser,
derramo lágrimas, al arrastrar sentimientos añorados.
*
La desconfianza limitó la posibilidad de volver a amarnos,
no encuentro un atisbo luminoso para aferrarme,
sólo quedan vivos lamentos, con heridas envolventes.
*
Estoy en soledad, desde aquel día viviendo en quimeras,
soy quien te seguirá amando, aunque me hayas olvidado,
dedico este versar para ti, recíbelo donde te encuentres.
Por: Martha Domínguez
Seudónimo: Princesa
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia