Robé sus alas
al viento
pero no funcionó.
¿Que podía ver
desde el cielo,
que no pueda ver
desde tierra?
En un descuido,
arrebaté al alba
sus primeras luces,
pero mis ojos
no pudieron
soportar
el resplandor
hiriente.
Creí tener en mis manos
el lado mas oscuro
de la noche,
eran tan solo
retazos de mis sueños
a la deriva .
Luego planeé
hacerme
con la inmensidad
del mar,
me acerqué
a su orilla
y mi vista
se fijó en el horizonte
un larguísimo tiempo,
entonces sentí
que aquel inabarcable
océano
llenaba mi espíritu
y mis sentidos,
si…
era mío.