Eran rojas las rosas de su jardín,
y las petunias, las camelias, las verbenas y los hibiscos.
Se paseaba entre todas ellas cada mañana regalándoles sus cuidados, regándolas, mimándolas, conservando su belleza.
Aunque, en verdad, la más hermosa era ella, con su vestido de flores rojas y sus labios carmín.
Era preciosa y no se daba cuenta.
Sin alardeos ni vanaglorias, ella era la reina de ese jardín.
De rosas rojas se inunda su jardín. Reina entre flores.
Qué preciosidad cariño, la vie en Rouge es la más intensa y pasional, así la vivieron nuestras madres, algo nos habrá quedado.
Mil gracias por este homenaje a nuestras madres, que en algún lugar nos lo agradecerán.
Toma el mío como homenaje también a la tuya.
Un abrazo enorme cariño:heart:
Aquí está todo y más, como esas rosas tan preciadas que con tan sólo mirarlas se escapan todas las sonrisas y los más bellos sentimientos. Por un momento, he creído ver a tu madre…y es preciosa. Gracias por esta maravilla, mi Walla, lo he leído viendo los ojos de mi madre también. Y he llorado en ese jardín, ese paraíso en el que aún están, en nuestros corazones. Besitos y abrazos largos desos de amor y consuelo cuando todo parece que se marchita. Seguimos, mi bella Walla, seguimos, por ellas.
Qué precioso homenaje a tu madre, amiga!!! Ya me habías dicho que su color preferido era el rojo. Lo describes tan bien que la he visto en medio de esas flores rojas…
Preciosísimo el hokku!!
Besitos fuertes!