Disimulando dolores y penas,
durante el día esas risas forzadas,
esas miradas atentas, alzadas,
esperando ver sangre de mis venas,
lastimando en el fondo como hienas.
Y la noche que sabe, y cruel ataca,
despótica, destruye en alharaca,
desesperadas por salir las lágrimas,
solitaria, afligida, hipomaníaca.