Otra vez, duerme la noche, entre sábanas de nigérrimo satín ¿a dónde han ido las estrellas? ¿de quién huyen en esta hora oscura? Nada se escucha, sino el conticinio, de la hora tercera ¿a dónde ha ido la vida? ¿de quién ha huido el grillo?
¿Es la nada una recalcitrante gotera desde la azotea atmosférica? Pues el cielo gotea sus inexistentes vacuas gotas etéreas ¿aún respira la vida, ha fenecido, o solamente reposa y pernocta? ¿y quién apagó el candil de la luciérnaga?
Noche de invierno sin voces y sin lluvia. Duerme la vida.