La noche ordenada

Era la noche ordenada cuando regresé.

Cada espacio silencioso era contra el azul que canta;
la luz era ya un pesado fruto
que se colgaba de mis manos y ojos y párpados,
el breve espectro me decía “poesía”

¿Vas a mentir sobre tu vida?
¿Es ya el final de la noche, día, piedra y páramo?

Mira el mundo, la palabra adornada
aún hay barcos todavía y playas y ruedas y luces.
y me respondía, si
aún hay esa llamita azul sobre mis párpados.

Y mi sombra vestida camina
y esa luz recién sembrada va de pie en la chacra,
aún no se opacan tus - mis - ojos.

Una vez oí “son hermosos tus ojos”
y me sonrojé al borde de la sangre y del mirlo,
quizá después oí: “me gustan tus labios”
y palomas y nardos salieron flotantes de mis uñas;
el crimen no hace al testigo,
pero la poesía hace ciertos dioses.

Regreso donde se suspenden las hojas y las calles
arden como palomas aldeanas;
regreso a la orquídea del vicio, al lote de nubes
a ensanchar mi colección de sílabas;
a vestir a este país estéril de corceles del sueño.

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Muy bellos y descriptivos versos, con imágenes muy impactantes y muy reales, compañero!!!

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