La nevada

Dejad…
Dejad que caiga la nieve blanca
y borre cualquier frontera,
que cure cualquier herida.

Dejad que tape las cosas feas
que calme todos los golpes.
¡Dejad que caiga y cubra la tierra!

Que se vea solo su alma blanca,
con sus copos de nimbos albos
y se vuelva virgen, inmaculada.

¿No veis ahora con que caricias
mata los viejo en cada armonía?
¿No veis ahora que hermosa y limpia
se vuelve nueva como una niña?

Cómo recuerda la tierra alegre
la vida que bullía sobre su falda,
donde ahora con fríos hielos
quema lo viejo como guadañas.

Como una reina de albo pareo
ya no recuerda ninguna pena.
Con fríos hielos forma silencios,
con llamas frías la primavera.


Pixabay/FreeImages

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La nieve, en tu poema, es un olvido y un renacer. Su blancura es como un destino.

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Una nevada redentora que llega para purificar un mundo manchado por la huella humana. Excelente poema.
Saludos.

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Muchísimas gracias AljndroPoetry
Un cariñoso saludo

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Muchísimas gracias Jerónimo
Saludos cordiales

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