A: Ti que sales de mi cama cada mañana,
Dejando tu sombra amarrada a mi cuerpo.
Esto, creo que no parecerá ni a otras luces un poema
Pero me arriesgare a escribírtelo para cuando despiertes.
Esto, creo que más bien parecerá un mensaje en una botella
Una nota escrita a flashazos de inconsciencia en una servilleta de papel.
Esto, - aunque no parezca un poema –
Tendrá las huellas de mis manos pegadas a la tinta,
Le brillaran los ojos y te hará guiñitos;
Esto, aunque le veas escamas y ramas anaranjadas entre líneas
Es el retrato que le he pintado a tu sombra.
No importa si no entiendes el idioma en que escribo,
O si el exceso de verbos te da dolores de cabeza;
No importa, si las metáforas se me quedan a medias
– pero no el escote en tu espalda-
O si los versos repudian la métrica y las grandes editoriales.
Esto, aunque con poca luz y exceso de picardía en la solapa
Será el poema que recuerdes, durante todo tu día
El que se abrochara en tu blusa y se dormirá en tus labios
El que habitará en tus muslos y te obligara a sonreír.
Esto, que quizás no parezca ni por asomo un poema
-Y no es que haya hecho un gran esfuerzo en querer serlo –
Simplemente ha pretendido ser el cuerpo
Donde se me enreda tu sombra,
Cuando te vas en las mañanas.