La muesca y la espiga

Una mujer
sólo se sentirá completa
cuando se le encaje
la ardiente espiga
de un hombre adentro
la brasa entrañable
mitigando el histérico furor
que la lacera.
Su muesca se atraganta
por la espiga que no tiene;
y ésta —ya completizada por la feminidad masculinante—
dormirá tibio y cansado
entre sus orquídeáceos pliegues
el sueño de dos polvos.-

Chane García.
@ChaneGarcia.

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Hasta en el sarcásmo erótico eres genial. Un abrazo.

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Que cosas escribes, no puedo evitar la risa.
Saludos.

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