A veces me ronda la muerte.
muerte que no me espanta,
muerte que no es macabra
Se presenta callada y me observa,
atenta, vanidosa, casi risueña
Nunca me atreví a mirarla
pero sé que está ahí,
sé que se sienta a mi lado
y luego sigilosa se marcha
Viste siempre de azul
y está cubierta de escarcha,
simplemente lo sé
cuando rodea mi alma
Me susurra al oído
cosas que no comprendo,
secretos que no son luz
pero tampoco siniestros
Eterna y misteriosa,
llega siempre a su tiempo,
jamás se retrasa,
ni la detienen lamentos
¿Le temo? Sí, le temo
pero ya la comprendo,
ya casi me es familiar,
ya casi no le reprocho
que un día sola me dejó,
errante y en harapos
clamando sin consuelo
La muerte sin estridencias.
habla un lenguaje bien diferente,
en cada segundo que vuela,
en cada suspiro que la vida me arranca,
ella deja siempre su estampa
La vida muriendo en la muerte,
de la muerte naciendo la vida,
la huelo al llegar, la escucho al marcharse,
me mira fijo,
no me atormenta.
tan sólo eso… está ahí presente