Se marchan las orondas palomas de la fertilidad;
te empeñas, me empeño en respirar
el aliento de la sombra en el claro,
un viento extraño arrastra
a las hojas muertas de la eternidad
hacia el inhóspito e íntimo prado ;
los valles de la miel,
la orgía de los colores,
la libido del infinito:
baldío sustento de gusanos.
Brotes tiernos en el precipicio,
pámpanos yermos en el páramo,
los henchidos corazones despoblados
lisonjean con la fugacidad de la belleza,
desean el secreto del desarraigo;
los corteja la meliflua naturaleza
del daño.
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Unos versos que me transmiten una profunda reflexión sobre la fragilidad de la belleza y el ciclo inevitable de la vida y la muerte.
Como siempre, hermosas e intensas imágenes poéticas.
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Muchas gracias @AljndroPoetry por tu visita y comentario. Saludos cordiales.
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