La mar refleja
en su espejo
un cielo estrellado
mientras sus olas
silban en la playa,
dibujando fantasmas
con la sombra perfilada
de la luna llena del lobo
y el silencio aúlla.
La noche canta y danza
al son del solfeo del día
con la orquesta del viento
haciendo que las sombras
de la noche de luna llena
bailen sobre el canto
de los granos de arena
de una playa desnuda
que entierran la hebra
de sus miedos disfrazados
en el sonoro ruido
sé un silencio quieto
que confiesa la pena
que no escribe
confiando
que las oscuras nubes
del tiempo
las borren.
El mar se lleva
en la cresta de sus olas
el pesar y las penas
de este sentir mío
que espera el tiempo
de mi destino
Pipo Bunorrotri