La espera

He preparado un dosel de flores
con pieles de sueños muy bien curtidos.
Adornos añejos de abracadabras
en sándalos de amores florecidos,
y en robles rudos unos tablones

He perfumado los aires de anises
en cristal de jaspe transfigurados.
He puesto una fuente con alma pura
que anime los espíritus cansados
con alegres trinos angelicales.

Como no venías me quise ir
pero me abrazaba el dosel de flores.
La escalera abierta de par en par
tiraba muy fuerte de mis talones
susurrando entregarse a mi.

Para espiar me tumbé en el tejado
estudiando el hado de tu estrella.
Muy difícil esa posición mía,
el cuerpo en el dosel como prenda
y tu aún en el espejo prendida.

1 me gusta