Se ve una sombra acercarse
pero nunca terminás de llegar.
Se oyen tus pasos pisar fuerte,
voy a oír el eco de tu nombre
extenderse toda mi muerte.
La demora huele el perfume
del presentimiento como una fiera.
A causa del deseo
se anhela la espera.
Giran las agujas de los relojes
con total inocencia,
Sin saber que a mi tiempo
lo marca tu ausencia o tu presencia.
La espera y la inquietud
Son dos caras de una misma luna.
La sombra de lo exasperante
alimenta el río de lo desesperante.