Urge, todo, ya, rápido, ahora,
no te detengas en el goce, vamos,
¿a qué esperas?,
sin demora, venga, llegue a tierra
ese barco cargado de sueños,
que lo vacíen de inmediato,
acelera, que no cuesta nada
el precio de la instigadora prontitud.
Qué altas ansias,
qué bajas miras,
alarmas, calendarios, avisos,
el vértigo del futuro,
la mochila del pasado,
la farsa, el frío y la duda del éxito.
Qué simpleza alardear y presumir,
este mercadear con el tiempo
que con presteza te cobija,
-como un enorme prodigio-,
y entre escombros te hace sentir
tan aparentemente libre,
tan estúpidamente feliz.
Muy bueno tu poema, Alex!
Las prisas y esa velocidad que imprimimos a nuestra vida, están muy bien descritas en esos versos que aceleran su lectura…
Un abrazo!
Uff muy bueno!!! imprime esa sensación de velocidad excesiva que asfixia y nos oprime impidiéndonos saborear de los momentos de la vida, sobre todo los que vivimos en grandes ciudades y capitales que vamos deprisa a todos los sitios, amigo,!!!
Urge, todo, ya, rápido, ahora,
no te detengas en el goce, vamos,
¿a qué esperas?,
sin demora, venga, llegue a tierra
ese barco cargado de sueños,
que lo vacíen de inmediato,
acelera, que no cuesta nada
el precio de la instigadora prontitud.
El principal objetivo debe ser vivir contento, si la contentura está en la velocidad, démosle rápido, no olvidando que las tortugas también pueden ser felices.
Un estribillo de una vieja canción dice:
«vive tu vida contento
Así vivirás muy bien
El que se apura se muere
Y si no se apura también »
—Aplausos @MorAlex7 por la precisión del planteamiento.