En la oscuridad de mi ser agonizante,
donde la sombra danza y se entrelaza con mis huesos,
se alza un lamento sin sonido, profundo,
que en versos sombríos se desahoga sin remedio.
Una razón frena mis pasos hacia el abismo,
un lazo invisible me ata a la vida,
pues aunque la tristeza embista con su cinismo,
no deseo herir a quienes me estiman.
Mis lágrimas se esconden detrás de la sonrisa,
mi poesía es un acto de despedida,
porque no sé hasta cuándo soportaré el peso
de apretar espinas sobre mi cuello.
Mi espíritu lucha en una encrucijada,
donde el sufrimiento y la angustia me acechan,
pero resisto el impulso que me arrastra,
para evitar el trauma de aquellos que amo.
En la oscuridad de mi mente atormentada,
se forja un poema con voz de despedida,
pero el eco de mis versos queda atrapado,
sin encontrar la fuerza para romper mi cordura.
Hoy escribo mi despedida en versos,
Deseando ir hasta el fundo de este hueco,
mientras observo los monstruos internos
me transformo en aquel que siempre he sido.
