Me dices que me quieres
de una forma
que no puedo evitar
que el mundo me deje
de importar.
Que me quieres
de un modo primitivo,
con el mismo vértigo
de siempre,
sin razón aparente
y sin excusas,
igual que las canciones
que tallan dioses
en nuestro oído.
Porque el fuego
de este amor
nos devora
las grietas del invierno.
Qué lástima
que todas esas cosas
se nos mueran
ahogadas en silencio.
Uff tan poético, tan cargado de magia que el silencio escinde, esa mala costumbre de entregarnos a su olvido, precioso al igual que la bella imagen, poeta!!!
Me gusta como tu poema revela un amor apasionado y primitivo, que consume a los amantes. A pesar de su intensidad, lamenta la dificultad de expresar y mantener esa pasión a lo largo del tiempo.