Resuenan las voces arrastradas.
La ciudad, ajena,
queda bajo los escombros de la luz.
Dentro de nosotros,
hay cabezas asomadas a la noche,
pero conservan los ojos cerrados
y reptan por las horas casi sin voluntad.
Se desmorona
la felicidad de vidrio
bajo el roce sutil de una mariposa;
se hace pedazos.
En una mirada plana, nos besamos.
Es la hora de cenar,
pero los charcos grises reflejan cansancio.
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El cansancio de la ciudad, del día, de la vida. Precioso!!
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Un poema de claroscuros…precioso!!

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Precioso el poema, Ze
Me encantó
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Mil gracias, compañero! Abrazo!
Gourmetpoesía! Ja ja ja! Me encanta! Muchas gracias!
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Agradecida, compañero! Abrazo!
“Se desmorona
la felicidad de vidrio
bajo el roce sutil de una mariposa”
…
“Bajo los escombros de la luz”
La sobre estimulación que mas bien duerme los sentidos.Sería tan bello aprender del silencio y sus penumbras querida poeta!Magnífico!Abrazos Ze.
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Reflejas verdaderamente bien el tedio de la existencia. Me encantó… ¡Aplausos!

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Muchas gracias, bonita, por tus palabras. Un placer que te haya gustado! Abrazo!
Mil gracias, compañero!
Abrazo!
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Precioso poema, amiga
Me encantaron todos sus versos.
Agradable lectura
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Qué bonito… mil gracias! Abrazo!