La celda

Estoy atrapado en una celda de barrotes de oxígeno inoxidable. Mis carceleros son segundos mudos e implacables. Me cambian los carceleros a cada instante; cada que volteo a ver, se han ido los anteriores y vienen unos nuevos; más implacables y más mudos que sus predecesores.

Subyugado a la tiranía del presente, desde esta celda invisible; soy incapaz de caminar a la habitación contigua, la del ayer; sólo se me permite verla desde un cristal a prueba de balas atemporales.

Enfrente, observo constantemente, la habitación del mañana; pero no lo distingo claramente; hay una cortina de bruma que me la desdibuja. Por ratos la veo soleada, asombrosa y esperanzadora; por ratos la veo sombría, quejumbrosa y aterradora.

Cada vez que despierto, tengo la sensación de despertar en lo que parecía la habitación del mañana; pero la observo a detalle, veo el papel tapiz, los cuadros de arte abstracto que cuelgan de sus paredes, el color y textura del piso; el techo, esa misma mancha en una de sus esquinas, esa misma gotera que tanto me desespera; y concluyo, que sigue siendo la habitación del presente.

Durante el día, me siento en un banco de circunstancias; tiene tres patas desiguales; con mucho trabajo mantengo el equilibrio. Desde mi banco veo los segundos pasar; tan mudos, nunca me dicen nada, ni me saludan ni se despiden; tan implacables, de reojo me miran con desdén. Desfilan instante a instante frente a mí. La otra vez quise sujetar uno de ellos de una de sus piernas; era tan escurridizo y resbaloso; se me escapó en un segundo el muy taimado.

Tengo esta lista de cosas por hacer en este presente constante, y se me va la vida en hacer y hacer. A veces estoy tan ocupado en el hacer, que ni veo los segundos pasar; solo tengo esa sensación de que son multitud de ellos los que se han ido y han llegado, casi sin dejar huella en mi celda del ahora.

Después de un tiempo, empiezo a notar en carne propia, lo verdaderamente implacables que han sido (esa infinidad de segundos que han pasado).
¡Mira como me van dejando el cuerpo! Todo gastado, cada vez más marchito y mallugado; segundos desalmados.

Y sigo aquí, con mi lista del hacer; haciendo, deshaciendo y volviendo a hacer. Sin notar el ejercito de segundos que desfila frente a mi celda; sin sentir el daño que le hacen a mi cuerpo, a mi alma. Luego de un buen tiempo me doy cuenta, que la verdad; es que me están matando de a poquito, haciéndome pequeñito.

Un día desperté con esa sensación, clavada como puñal en el centro de mi corazón; ya no habrían más segundos para ver pasar, mi cuota estaba por alcanzar. La promesa contínua (que siempre se cumplió) de seguir viendo el mañana, se había acabado. Ese día quise contemplar el mañana a través de la bruma; mas una cortina de hierro me separaba de él. La cortina estaba recubierta de espadas de dos filos de distintos tamaños; en cada espada caminaban, a cada lado, escorpiones ponzoñosos de aspecto formidable. Infranqueable.

Me senté en mi banco de circunstancias. Miré mi lista de cosas por hacer, estaba vacía; del asombro casi me caigo de mi banco, al perder el equilibrio. Me parecía que los segundos pasaban más lento, casi se congelaban; y en ese momento observé sus rostros con todo detalle; cada uno tenía un rostro diferente, pero era obvio que todos, eran los rostros de la muerte.

El último segundo que llegó, tenebrosamente enmudecido; tenía los mil rostros de la muerte. Llevaba una túnica negra muy larga, parecía tan antigua. Su cuerpo parecía totalmente atemporal, desprovisto de temperatura; sin embargo, daba la sensación de estar envuelto en llamas ancestrales; pero las llamas no abrasaban, todo lo contrario, eran tan terriblemente frías; como salidas de un invierno recalcitrante, desde el origen de los tiempos de todos los universos. Llevaba un aro muy grande de plata, del cual pendían miles de millones de llaves de eternidad (no sé como le cabían tantas). Tomó una, la introdujo en el cerrojo de mi celda del ahora y la abrió.

─Eres libre ─me dijo─ ¡Todo ha terminado!


The Vanishing Time | Art Print | by Sandy Wijaya

la-celda


Poesía de Alejandro Cárdenas
Reminiscencias poéticas 2017

prosa poética

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@giocondaburgos @ludico1964 @varimar

Hola Gio ! Este es la prosa poética que Domingo mencionaba anoche !

A ver que te parece !

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Es difícil hablar de poemas mejores o peores, pero creo que a éste le guardas especial cariño y desde luego que es una gran obra, de esas que aunque ya tengan sus años conservan su actualidad. Lo había leído ya en otra ocasión y ahora aprovecho para reconocertela como un clásico, Bro, ‘Todo ha terminado’ y sin embargo acaba de empezar.

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Que elegante y minuciosa descripción de los diminutos segundos que deambulan cínicamente por la celda. Mientras se observa lo que ocurre sobre un banquillo sin equilibrio. Hasta el último hálito de vida.
Impresionante y misterioso relato!
Excelente prosa. Rica en su léxico.
Felicidades, Alejandro
Saludos cordiales!

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Gracias mi muy estimado Prof. Mucio.
Una prosa que ya se va haciendo un poco antigua, pero había de revivirla hoy.

Aprecio tu agraciada valoración.

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Cierto JC, algo de cariño especial hay para este escrito.
Sí lo habías visto antes entonces!

Te agradezco mucho ese calificativo de clásico. Así sea.

Siempre estimo tus visitas buen amigo !

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Gracias mi escribidor… a leerte!

Estuve curioseando por tu perfil antiguo de poémame, solo pude leer algunos poemas, pero de este sí me acuerdo y de unas ‘liras a fuego lento’ gracias a esa curiosidad comprendí mejor lo que significa poémame y el sano compañerismo que hay.

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Wow Ale… lo leí sentada en mi banco de circunstancias… atrapada del tiempo… de cada segundo del ejército de segundos que desfilaron mientras lo hacía…
Inevitablemente aquí quedé con mi lista del hacer… pensando. Y entendí, al calco, lo que decían…
Gracias por traerlo y avisarme, creo es un imprescindible leerlo.
Ah… mi escribidor, que no se me olvide decirte: ¡extraordinario! ⚘⚘

@AljndroPoetry

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Gracias plumita miel por pasar y leerlo, mientras dejabas a un ladito tu lista del hacer.

Y sí, siempre estamos allí, en nuestro banco de circunstancias, viendo sin ver los segundos pasar . . . nuestra irremediable cuota de segundos limitados, pasar !

Un abrazo amiga! Gracias por tu apreciación, siempre generosa.

Un saludo.

AC.

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Me ha atrapado esta prosa!!No suele sucederme…soy esquiva a los argumentos extensos…pero tengo que felicitarme por haber estado allí!!Eres un excelente creador de atmósferas!!

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Muchas gracias Silvia. Me llena tu comentario. He atrapado a una inatrapable, de la prosa.

Un abrazo amiga

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Sii, jajaja,tal cual!!

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jajaja… tal cual, eh !!

:wink:

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Ha! mi admirado escritor amigo…Una obra de arte en letras tu prosa poética pasaje a los tiempos y sus percepciones,sus cadenas y libertades,sobre la muerte,la vida,sus proyecciones y "temporales’…Con sus carceleros distintos…Me generó mucho respeto y pasión por las descipciones tu escrito querido Alejandro…
Gracias por compartir!..Abrazos.

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Este es un escrito ya algo antiguo mi querida amiga Vicky @Victoria .
Vertiendo un poco o un mucho de un sentir filosófico.

Me alegra mucho que te haya cautivado tanto así.

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Si…profundo mundo filosófico y me quedé admirada con tus descripciones fué por momentos como beber una copa de Ray bradbury, otra de Dostoievski… una simbiosis mágica en tu auténtico y con estilo escrito. Sobre todo por tu capacidad mágica de descripción.

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ay ay ay… palabras mayores, totales… Bradbury, Dostoiveski … dices demasiado… esos son unos zapatos demasiado grandes por llenar, jeje

De Bradbury creo que no he leído nada en directo, pero alguna peli que le hicieron basada en alguna de sus obras me suena que sí… Dostoiveski es materia pendiente… Que nunca terminé Crimen y Castigo, pero algún día lo haré, jeje

Tu gentileza, tu generosidad, me excede sobremanera.

Muy agradecido contigo buena amiga ! :pray:

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Bueno pues he sido totalmente sincera. De Dostoievski te recomiendo “El jugador”. Y bueno Bradbury con sus “Crónicas Marcianas.”… pero desde lo que leas de él atrapa con sus escenarios mágicos y no te miento cuando digo me transportaste en cierto momento a todos aquellos bellos momentos de lectura exhaustiva. Donde justamente el tiempo no pasa, se detiene Abrazo!!

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¡Me encantó!
Ese sentido de inevitabilidad trágica …¡me atrapa!
Me gusta mucho esa tónica en un relato.
¡Cautivador!
¡Intenso, trágico!

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