La casa de fría lila

La casa se había vuelto —extrañamente— un lugar abierto… donde ya no se apretujaba el tibior de la vida.

La gente que la habitaba de a poco se fue muriendo y cada una de esas muertes fue enmoradeándola como el tranco de un asfixio… tiñéndola si se quiere de penumbras lilas, que, irremediablemente lo engristecían todo.

La casa era una casa fresca; pero fresca de frío… como cuando las ausencias vienen y se empozan, cual pájaros de agua, encuencando un nido… de fríos tonos azulidescentes.-

Chane García.
@ ChaneGarcia.

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