June

Como el verano
de nombre prohibido
y revolución de libro
por Margaret Atwood,
como las últimas horas
de sol
en mitad de un calor peleón
parecido al vino
que se servía en San Blas
durante los setenta;
la noche se equivoca
y hace de tu sombra
la silueta del mundo.
Exótica de imitación
como los países
del sur
tras las ventanas
de un avión
anhelando ser
un pájaro de hierro
entre tanta naturaleza
coartada de sentimiento,
la mayoría de edad
te queda grande
y lejos,
como los tacones
y escotes que robas
de los armarios de casa
y los uniformes
que pasan a ser extraescolares
cuando marcan las doce
y comienzas la cuenta atrás
para una madurez
que aún está
muy verde.
Enamoras a hombres
que ya no juegan a ser niños,
como Sara y Lucas,
como Niki y Álex
o Romeo y Julieta
y no sé si existes
o formas parte de la televisión
de un lunes a las diez;
lo prohibido te resulta
tan interesante
que no puedo evitar creer
que está escrito en algún
guion que algún día
repetiremos
como una condición
implícita de nuestro cuerpo,
como las frases que resaltamos
en los libros
de poetas incompletos
y no volvemos a leer
por miedo a gastar el sentimiento.
June volverá,
seguro que volverá.
June, nadie más te cuida
y solo yo te entiendo,
te veo cambiando
los títulos de canciones
de un 2000 que recordamos
con frecuencia modulada
y desamores
que solo El Canto del Loco
y Pignoise se atrevieron
a no dedicarte;
parece que va a llover
en la isla de las extravagancias,
Madagascar no tiene sombra
que pueda evitar
un diluvio
tan universal como el amor
propio que das
y no recibes,
no necesitas escribir
tu nombre en cada canción
para ser la protagonista
de cualquier crisis
de tu adolescencia.

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Me alegra mucho saberlo, muchas gracias!

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Muy bueno. Saludos poéticos.

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Muchas gracias!

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Muy bonito.
Saludos.

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Muchas gracias!

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