Enamorarse es ver
como la inundación
arrasa con todo
y querer salvar el agua.
No hay peor mar
que aquel que tiene
Islas de hielo
para naufragar.
Confieso que sus miradas
son sirenas en silencio.
Un vaso de lágrimas
es más profundo que un océano.
Misteriosa es la añoranza
de la melancolía
tan ávida de luna
cuando ve su lejanía.
El imán de la estrella
se cortó y un diamante incrustado
en la noche es el deseo.
No hay destello sin oscuridad.
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Ayer publiqué este poema pero he decidido hacerle unas correcciones y presentarlo nuevamente. Ojalá les guste. Saludos.
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Vos porque sos muy amable, Wallacegere. Te agradezco mucho tu lectura y comentario, estimada. Te mando un abrazo grande.
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Muchas gracias, AljndroPoetry. Sos muy amable. Te agradezco la lectura y el comentario. Te mando un abrazo.
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Tali
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Sos muy amable, Tali. Gracias por la lectura y el comentario. Te mando un abrazo grande.
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Hermoso poema!
Pues qué verdad tan hermosa!
Abrazos cálidos, querido Martín.
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Me gusta mucho tu poema
Un abrazo, Martín 
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Sos muy amable, María. Qué placer encontrarte en mi espacio. Te mando un abrazo grande, querida.
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Te agradezco mucho tu lectura y comentario, Magdalena. Te mando un abrazo.
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Un verso estrepitoso… y bucear en esas “Islas de hielo” es de alto riesgo. Y vale la vida hasta que deja de hacerlo…
Gratitud poeta. Saludos. 
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Sos muy amable, Jbrahin. Te agradezco mucho tu lectura y comentario. Te mando un abrazo.
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