Isla

Quién sabía que no me hundiría y llegaría a esta isla,
cuido en la orilla, las olas espesas de tu cabello.
Tan agradablemente me cubriste con una manta turquesa,
me revelé, muriendo, pero de nuevo me sumerjo hacia ti.

No sabía que no me ahogaría, que estas rocas me golpearían,
la arena se burla, ya sea polvo o azúcar.
Mis cicatrices sangran bajo los rayos fríos,
brillan extraterrestres, fingiendo ser ojos.

No sabía que no me ahogaría, que no querría escupir al mar,
ahogándome en la espuma de la muerte, disfruté el sabor de la sal.
Encendí un cigarrillo en la orilla. Dedos, labios, pólvora, fósforos,
encontré una bala solitaria y toqué el mar como un pájaro.

Me cansé de repetir mis gritos en silencio, con las olas,
rocé tus dedos con el borde del mar esta noche.
Tan agradablemente te premié con el aroma de tu aire,
duerme y llora, hermoso viajero, aún no es tarde para ahogarse.

4 Me gusta