A Ucrania, que aún resiste
En la ciénaga chapotean,
desangrándose,albas palomas;
luciérnagas de nieve danzan
un vals de siniestra derrota.
Un soldado yace, de bruces,
con una amapola en su boca,
una guirnalda que la muerte
ha trenzado para su gloria.
Silencio pleno de presagios,
donde se esconden las esporas
de la guerra, de los caídos
juguetes , del niño que llora.
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Muchas gracias. Es un alegato contra la barbarie. Un saludo.
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Tali
26 Febrero, 2022 12:12
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… y sufren tantos y tantos que están muriendo… que duele y parte el alma sólo de pensarlo… y de saber que no es la única guerra, ni la primera… y sólo deseo, otra vez, como cada vez, que sea la última… ese es mi deseo… yo no puedo ser libre si tan sólo otro ser humano no lo es… y tampoco feliz del todo… gracias por este poema, duro, pero honesto … y ese final… lloran los niños…
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Gracias por tu comentario. La triste realidad de los niños es lo más triste de todo. Un saludo.
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Sinmi
27 Febrero, 2022 14:52
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Precioso. Saludos cordiales.
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Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
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Un alegato muy hermoso y triste, José Antonio. Esa sinrazón y esos niños…se nos encoge el corazón con la barbarie.
Un abrazo.
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Muchas gracias, porque esa era mi intención: un alegato contra la barbarie, que puede alcanzarnos a todos. Un saludo.
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Muchas gracias. Dejamos nuestra semilla poética contra la sinrazón. Un saludo.
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Son tristisimos versos reales. Abrazos
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Gracias. La poesía debe estar también en primera línea. Un saludo.
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No puedo entender esta locura ni a esos locos.
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Ni nadie, pero la locura es contagiosa. Gracias por tu comentario. Un saludo.
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