Luz amarillenta: “Inteior Noche”.
Cámara fija.
Saxo in crescendo cansino y reiterado.
Oscura y cascada voz en off:
“No queda nadie al otro lado de la pared.
Nadie abrirá el buzón de las voces perdidas.
No quedan dioses.
Huyeron todos sin decir a dónde
desmantelando oráculos y altares.
Para qué lanzar mensajes sin botella,
versos al viento,
lamentos tardíos
por todo lo que perdí
que quizás no tuve.
Mejor llorar con Marley o Clapton…
Releer a Neruda o a Sallinger…
Rezar ante un plano de Wells o de Fritz Lang
Ya ves.
Quedan
algunos dioses a este lado de la pared,
sueños incumplidos
que quizás no vuelvan,
historias viejas de final incierto,
Palabras como carbones encendidos.
Ese amigo que te dejó
que quizás no vuelva.
Ya ves:
si ni siquiera sa bes decir adiós"
Fin de voz en off.
Piano vivace.
Lento fundido a negro.
No hay créditos