Inocencia

Espérame en la piel de tu silencio,

llegaré sigiloso y de puntillas,

no quiero perturbar ese momento,

en que intentas volar…detrás de las cortinas…

Eres la luz eterna de mi alma,

eres la consecuencia de mi calma,

eres como la flor que ha perfumado,

todos los entresijos de este esclavo…

Esclavo de este amor, que he prometido,

hasta amar la raíz de tus sentidos…

porque eres fruto vivo de la esencia,

cuando parió tu madre… tu inocencia…

Eres el cielo azul, la mar turquesa,

eres la juventud y la nobleza,

cuando el viento acaricia tus mejillas,

me bato en duelo abierto, con sus brisas…

Y quiero hasta el segundo de las horas,

que comparten tu tiempo, sin demora…

quiero besar tu vida y tu destino,

y acariciar la luz de tu camino…

Te quiero sin que existan las palabras

que adornen un profundo sentimiento,

no podría explicar lo que yo siento,

cuando dices Abuelo…

me abro por dentro…

Te quiero más…de lo que jamás me hubiera imaginado…

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Conmovedores versos que devuelven la esperanza, a veces, perdida de tiempos mejores.
Un abrazo.
Andrés.

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Gracias por tus palabras
Un abrazo compañero

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Todo un hermoso poema! Ser abuelo…todo un regalo de la vida! :sparkling_heart::sparkling_heart:
Un abrazo, Ricardo!

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Gracias María… se acumulan un montón de sentimientos, algunos inesperados…
Un abrazo gigante, compañera.

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