Un rayo se cuela entre las nubes
al llegar a casa,
los vinilos explotan
en un baile
hasta la ventana
llenando de calor un pulmón
a ritmo de café y voces
desde dentro
bombeando el aire;
y empieza el año:
huele a París y sus cementerios,
besos en bolita por todos lados
a cinco metros de mí
tras cincuenta vueltas viva.
Maravilla explícita en inicio de otra vuelta; nunca estuve en París, pero leí de un poeta antiguo, que huele a cuidad famosa, donde el rayo se desprende de una nebulosa y da frutos y leyes a los justos. Felicidades en esta nueva vuelta que propone el trompo.
aiii, gracias por las bolitas en beso, María mía. ¿Sabes ese momento en que acaba un vinilo y la aguja continúa en el plato dando vueltas hasta el infinito…con ese sonido tan bello que arrastra el tiempo? En esa calma aludo a los vinilos…ji Este inicio de año comenzó así de bonito y no hizo falta nada más que un rayito de sol y música. Y esta comunidad de poetas para compartirlo