De ti
yo tengo la sonrisa
que nos heredaste.
Cuál dulce ribera
pero también la pena lluvia
que cayó en esta generación
de ojos tierra.
Tierra húmeda de entrada
a un mundo de ríos
que se inunda calladamente
temporada tras temporada.
Donde la soledad se mece
se acurruca en el alma
de esta familia
de torrentes silentes.
Septiembre, 2020